Vivimos en un mundo en evolución, que cambia cada día. Se trata de un proceso alimentado por la tecnología. La innovación nos afecta hoy definiendo el futuro, y depende de nosotros determinar el camino que tome.
La tecnología que nos hará avanzar puede basarse en principios sólidos, éticos e inteligentes. Puede invitar a perspectivas únicas. Puede proporcionar autonomía, conocimiento, concienciación, acceso y comunidad.
Al desarrollar la tecnología del futuro, podemos trabajar para crear un mundo mejor a largo plazo. Esto significa muchas cosas diferentes, ya que la tecnología se fusiona con todas las partes de nuestras vidas. Por ejemplo, la EdTech (tecnología educativa) puede hacer que el conocimiento sea más accesible a nivel mundial y los algoritmos tienen el potencial de eliminar o aliviar los prejuicios humanos.
La otra cara de la moneda es el grave potencial de daño que existe si los sistemas que utilizamos no están desarrollados por personas con perspectivas diversas. Cuando no somos inclusivos, se producen descuidos masivos que pueden tener efectos desastrosos.
Un ejemplo claro en el que podemos fijarnos hoy es el desarrollo de vehículos. Según la NHTSA, las mujeres tienen un 17% más de probabilidades de morir en un accidente de tráfico y un 73% más de sufrir lesiones. Esto se atribuye a varios factores, pero el más atroz es la falta de mujeres que participen en el diseño de las pruebas que se realizan para garantizar la seguridad de los automóviles.
Hay esperanza gracias a líderes tecnológicos como Kesha Williams, arquitecta de formación de AWS en A Cloud Guru, que habló recientemente sobre la importancia de la diversidad en los equipos de desarrollo en la Conferencia Digital WWCode CONNECT.
«En la era de la toma de decisiones algorítmica, como ingeniero de software y practicante de aprendizaje automático, creo que los sistemas que construyo deben reducir los sesgos en lugar de llevarlos adelante. El aprendizaje automático es una potente tecnología que se está aplicando a muchos ámbitos de la vida. He visto de primera mano cómo los sistemas de aprendizaje automático -cuando se construyen sin prejuicios- conducen a una sociedad más justa y equitativa. Como ingenieros, todos tenemos la obligación moral y ética de garantizar que los sistemas que construimos no repercutan negativamente en la vida de los demás.»
De cara al futuro, una de las formas más poderosas en que la tecnología puede transformar el mundo para bien es a través del acceso abierto a la educación y la información. Desde una perspectiva personal, he visto a Women Who Code pasar de servir a nuestra comunidad en 20 países a hacerlo en 122 países en sólo dos meses, ya que hemos puesto la tecnología al servicio de garantizar que nuestra programación llegue a todos los que la necesitan durante este tiempo de cuarentena.
Este tipo de acceso a la información puede alimentar conversaciones importantes, puede garantizar que las personas de todo el mundo tengan los recursos que necesitan para proporcionar seguridad a sus familias, para encontrar un trabajo o incluso para mejorar su cualificación. Puede proporcionar libertad y elección, y permitir que nuestra sociedad crezca mejor, a medida que nos conectamos entre nosotros.